10/11/10

el Alba
















Cuando observo el diminuto cuerpo,
Moviéndose de un lado a otro sin cansancio,
Y en su – mente –
Miles de ideas y andanzas,
con el iris fíjo hacia el mañana,
Me quedo sin palabras.

Más aún,
cuando su fuerza de espíritu es capaz de soportar,
todo mal genio y carácter,
toda vía de malcriadez e inmadurez,
de los brotes que una vez su interna tierra dejo salir ,
para respirar y ver que es el existir.

Mas aún,
cuando su fuerza interior es indomable,
a las circunstancias,
sin bajar la guardia porque es líder natural,
su esencia está llena de -Si puedo-
el No
- no existe -

Me quedo sin palabras,
dominada por el poder de la decisión,
admirando su fuerza,
y ver como descarta lo que no es útil.

Me quedo sin palabras,
recogiendo la enseñanza
que tan grande diminuta arroja
a mis pies como regalo y herencia,
viendo - lo que es ella -
porque esta tierra mía ,
no brotará olivos.



E.s.s

1 comentario:

Latino-Poemas dijo...

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